martes, 13 de mayo de 2014

"No habrá un buen final, sólo sabemos comenzar"

Laura me lo advirtió hace muchos años: "Cerati es mejor en solitario que cuando estaba en Soda". Era el 2006 y Cerati estaba en la gira de "Ahí vamos", Laura compró emocionada su boleta para el concierto que se llevaría a cabo en la Plaza de toros La Santamaría el 7 de septiembre de 2006.   Al día siguiente, un viernes, Laura llegó extasiada a clase. Sin dudas afirmó que era el mejor concierto al que habia asistido hasta ahora.

Siempre le pelié, pero le pelíé sin argumentos. Me acerqué a Soda Stereo cuando era una banda disuelta. Nunca los había visto y nunca los iba a ver en vivo. En cambio Laura tenía a Cerati vivo, produciendo, en tarimas, cantando. No había competencia justa.  Soda se despidió en el 97 con un "gracias, totales" histórico que yo repetía incansablemente al escuchar los dos CDs de El Último Concierto. Discos que aún sobreviven y cuyas cajas están rotas.

Entonces pasó lo impensable: Soda se reunió 10 años después, y nació la gira "Me verás volver". 4 localidades en el Simón Bolivar se llenarían el 24 de noviembre de 2007 con 52mil almas. Las primeras tres localidades estaban a un valor impensable para un par de estudiantes de universidad pública que recibían menos de 50mil pesos a la semana. Por cosas del azar y del destino, en una historia digna de un post separado, conseguimos 4 boletas para el gallinero: 2 en La FM y 2 compradas. Por fin le demostraría a Laura que Soda Stereo era más que Cerati en solitario.

Lloramos en el Simón Bolivar. Era la culminación de un sueño que nunca pensamos que podría pasar. Quién se imaginaría que 10 años después Soda se reuniría y todas esas canciones repetidas y aprendidas durante años podríamos tararearlas en vivo y en directo. Cerati,  Zeta y Charly se veían chiquiticos a lo lejos, pero sus voces permanecieron en el corazón por muchos años.

Extrañamente, justo después de Me verás volver, volví a escuchar a Cerati en solitario. Ya en el colegio había explorado Amor Amarillo, Bocanada y  Siempre es hoy, pero sus letras y la música en general me parecían muy electrónicas, por lo que se salían de mi gusto medio rockero de la época. Sin embargo, durante el 2007 y el 2008 algo cambió dentro de mi, no en Cerati por supuesto, y me encontré con Ahí vamos. El disco me absorbió completamente, y permitió que mirara hacia atrás y encontrara la discografría completa de Cerati como parte fundamental de mi vida.

Casualmente, el 2009 Cerati lanza lo que es por ahora, y creo que ya será así, su último disco: Fuerza Natural. Se han dicho toda suerte de cosas sobre ese disco: que Cerati predecía su destino, que veía la luz, que se estaba despidiendo. Nunca lo vi así, y sin embargo, cada canción me caía como anillo al dedo. Con Fuerza Natural terminé de enamorarme de ese Gustavo creador de letras perfectas.

"Lauri, me cuesta mucho comparar al Cerati en solitario y al que estuvo en Soda, pero en cada escenario es un artista completamente diferente. Me enamoré del Gustavo Cerati en solitario. Gracias". Pensé, y le dije algo así.

El jueves 13 de mayo de 2010 Cerati llegaba a Bogotá para su gira de Fuerza Natural. Con la emoción en la piel, compré la boleta un mes antes, y salí temprano de la oficina para llegar al Coliseo Cubierto El Campín a las 5pm. Cerati salió vestido de mariachi y abrió su concierto con la canción Fuerza Natural. Por algo más de 2 horas, Cerati nos llevó en un recorrido por toda su discografía, para cerrar en el segundo encore con "Un lago en el cielo" y hacerme llorar de la felicidad.

Dos días después estábamos enterándonos del problema que tuvo en Caracas después del concierto boquiabiertas. Nunca había deseado tanto que alguien se recuperara y siguiera su vida. No ha despertado desde entonces y ya son 4 años, es parte de mi vida y de mi familia. Es un transeúnte más en mi vida, y hoy 4 años después, escribo esto para recordarlo.

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